Mito en fisioterapia: Si no duele, no cura
- Daniel Mora - KINEMED
- 5 oct 2016
- 1 Min. de lectura
En muchas ocasiones he escuchado comentarios en deportistas diciendo: “Ayer fui al fisioterapeuta y no creo que me esté curando porque no sentí nada de dolor en la sesión”.

Este mito de “si no duele, no cura”, es muy popular ya que muchas personas tienen la idea de que entre más dolorosa es una sesión de fisioterapia, mayores son los beneficios o avances que se obtienen de la misma.
Los profesionales en terapia física de KINEMED, explican que es normal que el fisioterapeuta busque reproducir los síntomas durante la evaluación con el objetivo de poder diagnosticar, sin embargo, provocar el dolor de manera constante durante toda la sesión no es sinónimo de un tratamiento exitoso.
Si hay que aclarar que algunas manipulaciones o técnicas pueden resultar molestas o provocar un poco de dolor, más no hacerle daño al paciente. Aunque el dolor es un indicador que se debe tomar en cuenta en el proceso, no debe marcar las pautas del tratamiento.
A nivel deportivo, la terapia física le permite al atleta (dependiendo de la severidad de la lesión) continuar con sus entrenamientos de manera regular, por lo que una sesión dolorosa no provocaría el efecto deseado.
Gladiadores recuerden que conforme avanzan las sesiones de terapia, el dolor debe ir disminuyendo, NUNCA aumentando. Por lo que si en algún momento presencian dolor en una sesión comuníquenlo a su fisioterapeuta, aguantar el dolor en silencio les puede traer resultados negativos.
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