La contractura muscular y el desgarro muscular, dos cosas distintas.

Es sumamente común que los deportistas en algún momento sufran un fuerte golpe o un violento “estironazo” en algún músculo provocado por no realizar un calentamiento adecuado antes del entrenamiento, realizar mal la técnica de un ejercicio, mantener una mala postura corporal, o inclusive levantar pesos muy pesados que excedan las capacidades físicas de la persona.

Lo cierto es que ese dolor generado por el golpe o “estironazo” podría ser seña de una contractura muscular, o peor aún, de un desgarro o ruptura de las fibras musculares; y aunque estas lesiones suelen ser sumamente comunes, NO deben pasar desapercibidas por ningún deportista. Por esta razón les traigo una información junto a Kinemed para que ustedes aprendan a diferenciarlas y las traten correctamente.

Contracturas musculares

-Las contracturas son nódulos palpables y tensos en las fibras musculares.

-El dolor presente es tolerable.

-No hay limitación en las actividades deportivas siempre y cuando se trate con fisioterapia.

Desgarro muscular

-Un desgarro o ruptura muscular es la pérdida o discontinuidad de las fibras del músculo, lo que popularmente llaman “partirse el músculo”.

-La ruptura viene acompañada de inflamación y dolor intenso al tocarla.

-En este caso si se deben detener las actividades deportivas que involucren la zona afectada durante el tiempo recomendado por el terapeuta.

El protocolo que se recomienda seguir ante ambas lesiones es el siguiente:

1. Acudir al fisioterapeuta para un diagnóstico y tratamiento adecuado (aplicación de técnicas manuales y uso de equipo terapéutico).

2. Aplicar terapia de frío en las primeras 72 horas del evento.

3. Valorar aplicación de terapia contraste de acuerdo a la recomendación del terapeuta.

4. Tratar de mantener la zona afectada en una elevada posición (especialmente en caso de desgarro).

5. Valorar con un doctor el uso de algún antiinflamatorio.

Gladiadores es importante que sepan que una contractura NO tratada, puede causar la ruptura de las fibras musculares. Un diagnóstico a tiempo nos permite evitar lesiones peores en el futuro y nos ahorra dinero.

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